miércoles, 31 de agosto de 2011

Modelo Inglés en Gran Bretaña


La universidad en Gran Bretaña
El caso de Gran Bretaña es distinto del francés o alemán, pues a pesar de la gran influencia del Estado por su calidad de agente financiero central de la educación superior, las organizaciones de educación superior y la propia profesión académica tienen un mayor grado de autonomía en los procesos de selección y reclutamiento del personal académico. En este caso es importante destacar el papel de modelo a emular, o cabeza de serpiente en términos de Riesman (1958), que han tenido las dos universidades más prestigiosas y antiguas: Oxford y Cambridge; así como el que ha jugado, como amortiguador en la relación conflictiva entre el Estado y las universidades, el University Grant Committee. Esta instancia, fundada en el siglo XX, canaliza los fondos estatales hacia las organizaciones y ayuda a mantener su autonomía frente a su principal financiador, el Estado.41

Brevemente se describirá el sistema de educación superior británico, fundamentalmente porque constituyó el origen del modelo que mayor influencia ejerció sobre la educación superior en México en el presente siglo: el sistema de educación superior norteamericano. El centro del sistema universitario inglés han sido, desde siempre, las universidades de Oxford y Cambridge. Oxford, una de las más antiguas instituciones universitarias, fundada desde el siglo XII, es considerada como uno de los ejemplos clásicos del modelo gremial ortodoxo. Hasta mediados del siglo XIX estas instituciones tenían como función educar a los hijos de la nobleza y a los futuros miembros del clero (Anderson and Schnaper, 1952), es decir, socializar a los miembros de las clases altas, por lo que los niveles de enseñanza sobre la cultura humanística o la ciencia eran relativamente bajos.
Es por ello, que a pesar de ser la cuna de la Revolución Industrial, las grandes universidades en este país no fueron más capaces que sus contrapartes francesas o alemanas de incorporar en su seno a los campos del conocimiento tecnológico, en pleno desarrollo y altamente valorados por la burguesía emergente, los que inicialmente sólo encontraron posibilidad de expresión en la universidad en Escocia.
Por tanto, la moderna universidad inglesa surge de dos tradiciones distintas. Hasta mediados del siglo XIX, ambas coexistieron sin afectarse mutuamente, pero a partir de ese momento aparecieron reformas en Oxford y Cambridge, que sin modificar su orientación de educación de élite, pretendían conservar su posición de privilegio. El avance de la nueva clase científica y profesional a nivel internacional, colocó a la grandes universidades inglesas en desventaja. La reforma implicó la emergencia de grados con un serio contenido intelectual tanto en las humanidades, como en las ciencias y culminó con la formación de modernos laboratorios de investigación en 1870.
La racionalización característica de las modernas sociedades ha tenido lugar en el sistema de educación superior inglés, dentro del marco de un sistema elitista, donde los rectores de las instituciones fueron hombres de trayectorias y perspectivas conectadas con la élite política y administrativa, metropolitana más que orientados hacia el desarrollo tecnológico del sector industrial o militar como en los Estados Unidos (Halsey y Trow, 1971:239).
Cuando Halsey y Trow definen las características centrales del moderno sistema universitario británico, en términos comparativos destacan:

1. Este grupo de instituciones es menor en su tamaño y tiene un ritmo de expansión más lento que el de otros países desarrollados: por ejemplo, E.U., Rusia o ex Unión Sovietica de Repúblicas Socialistas, Canadá o Japón.
2. Las universidades británicas han tenido una fuerte tendencia centrípeta por el papel jugado por Londres en el desarrollo de los colleges de provincia y por la más difusa, pero indudable, influencia de Oxford y Cambridge, que se hace evidente en el estándar comparable de sus grados, que se ha mantenido por un sistema voluntario de exámenes externos.
3. Hay un control concertado sobre los estándares y montos de ingreso estudiantil en las distintas organizaciones de educación superior. En el mismo intervienen: un sistema nacional de bachillerato y becas de graduados, la costumbre de mantener una relación de ocho estudiantes por profesor y la vinculación de todas las universidades con el sistema de exámenes de los estudios secundarios, a través de un mecanismo centralizado para atender las solicitudes de ingreso.42
4. Una tendencia a la estandarización del financiamiento y los procedimientos administrativos, que se deriva de la dependencia de las universidades del financiamiento estatal. Como se señaló esta condición no es privativa de Gran Bretaña, pero sí lo es el metodo de distribución de los recursos públicos a través del University Grants Committee, característica sui generis que los autores estudian en detalle (Halsey and Trow, 1971: 62).
5. Finalmente, se comparte una idea de Universidad, que genera elementos comunes en todas las universidades inglesas, a pesar de las diferencias de edad, tamaño y localización de las instituciones.43 En otras palabras, existen ciertas normas en las universidades británicas que las marcan, y que reflejan una concepción más o menos unificada de la educación universitaria, por lo cuál las universidades en Gran Bretaña tienden a ser evaluadas por la sociedad en términos de ciertos criterios normativos comunes.

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