miércoles, 31 de agosto de 2011

Modelo Frances de Universidad Moderna


El modelo francés
También llamado napoleónico, tuvo por objetivo formar a los profesionales que necesitaba el Estado. Las universidades se convirtieron en parte de la administración del Estado para formar a los profesionales que ese mismo Estado necesitaba. Los profesores se harían funcionarios públicos, servidores del Estado y forman parte de cuerpos nacionales de funcionarios. La autonomía institucional es inexistente ya que los objetivos de las instituciones y los programas de estudio tienen un carácter nacional. Sin embargo, el poder del profesorado de rango superior es relevante dado su carácter de casta nacional de elevado prestigio, lo que le permite influir notablemente en la elaboración de los programas y en la definición de las políticas universitarias. Las instituciones estarían al servicio del Estado más que al de la sociedad. El énfasis estaba dado en la docencia, por sobre la investigación.
Se  introdujeron las profesiones, la universidad se convirtió en la formadora de profesionales dedicados al saber hacer. La universidad dividió las actividades de la siguiente manera:
Las facultades siguieron siendo instancias de administración curricular, integradas por escuelas profesionales encargadas de elaborar el currículum de cada profesión; las escuelas se denominaban según aquello que los estudiantes aprendían, comenzaron a otorgar licencias para ejercer legítimamente la profesión, las escuelas fueron atendidas por profesores: profesionales habilitados para enseñar.
Para los que se dedicarían a la investigación científica se formaron institutos. Los mismos constituyeron los politécnicos formando expertos en algún campo especifico de la práctica profesional, la ciencia pura quedó en manos de los institutos universitarios de investigación y la ciencia aplicada y la docencia técnica,  pasó a los institutos tecnológicos .
Generó las escuelas de altos estudios; la escuela normal y los liceos. Entre los liceos se encontraban los clásicos (letras y artes) y los científicos (Ciencias Naturales, Ciencias exactas e Ingenierías.
De un sistema universitario de “élite” a un sistema universitario de “masa”.
La expansión de la educación de élite a la educación masiva hizo más profunda la subordinación de la universidad al Estado. Las universidades se convirtieron en el sector de la demanda masiva, sin protección por parte de los menos selectivos sectores no universitarios que suelen encontrarse con otros sistemas nacionales. Las mismas estaban abiertas a todas las personas que terminaban los estudios secundarios.
Pero más adelante, se fueron promoviendo los vínculos entre las universidades y los grandes centros nacionales de investigación científica, y con ello, las primeras, a pesar del escenario adverso, las respuestas institucionales para proteger y fomentar la investigación ha ido evolucionando a lo largo de varias décadas.

Marco histórico


El siglo XVIII puede ser considerado como uno de los momentos más difíciles y críticos en el desarrollo de las universidades, especialmente de las católicas. Solo hasta 1740 comenzó a dejarse de lado la idea de que no podían adquirirse conocimientos nuevos más allá de Aristóteles.
En el plano político la iglesia había establecido una estrecha vinculación con el Estado; aparentemente poderosa en riqueza, aquella en realidad dependía de la protección que este le brindaba. Y así desaparecía la frontera entre estas dos instituciones. Incluso las universidades que fueron creadas en terrenos episcopales se fueron convirtiendo paulatinamente en universidades del Estado, destinadas a la formación de funcionarios a cuyo núcleo pertenecían los clérigos cada vez más sujetos a los fines estatales.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, se planteo la aparición de la función educadora del Estado. Esto provocó una crisis al interior de los planteles educativos dependientes de la Iglesia Católica. Antes de la revolución francesa las universidades habían sido sufriendo una intromisión paulatina del poder civil, pero en lo sustancial seguían siendo instituciones independientes del Estado. Por el contrario la educación superior que surgió después de la Revolución Francesa quedó bajo el poder del Estado. Detrás de todo esto, estaba también el auge de los nacionalismos, la pérdida de un idioma común, la aparición de nuevos sectores sociales, la ampliación de las fronteras de Occidente hacia América, África y Asia, y el vertiginoso desarrollo científico, imponiendo una manera de entender el cultivo del saber.

El acentuado proceso de secularización, será la causa de la aparición de la nueva universidad católica al servicio de objetivos solamente religiosos, erigida como baluarte frente al asalto de los tiempos modernos. Este proceso se verificó principalmente en Europa y América, principalmente en los países católicos.

En el tema de las universidades, el caso de Francia es el mas expresivo e importante por la repercusión que tuvo la Revolución y por las proyecciones que las reformas y concepciones Napoleónicas tuvieron en este campo. El famoso plan de Rapport de Condorcet, leído en la Asamblea Legislativo en abril de 1792, sentó las bases sobre las cuales se fundaría la educación en Francia. Dicho plan otorgaba al Estado no solo el control de la enseñanza sino la obligación de instruir, reservando al estudio de las ciencias el lugar que ocupaban las letras y suprimiendo la facultad de teología. Su concepción era pues, científica, escéptica, y práctica lo que emanaba de los ideales de la burguesía. Este periodo que podemos denominar como primera fase del proceso revolucionario francés, culmino el 5 de septiembre 1793, cuando por ley de la Convención se clausuraron las universidades. Una segunda fase transcurrió entre 1793 y 1805; durante ella se ensayaron diferentes procesos educacionales: se crearon institutos y escuelas especiales como las dedicadas a la enseñanza de las funciones públicas, la Escuela Politécnica de Paris, el Instituto de Francia, etc. Una tercera fase se inició con la promulgación, en mayo de 1806, de una nueva ley de la enseñanza superior, en esta se decretó que se declararía Universidad Imperial a un cuerpo encargado exclusivamente de la educación pública.

La concepción y estructura de esta universidad fue muy diferente a la tradicional. Las viejas tendencias a la especulación teórica, a la retorica y al intelectualismo fueron sustituidos por una orientación pragmática y profesionalizante, al constituirse la universidad como un organismo estatal, centralizado y burocrático.

Como sus imitadoras, la universidad napoleónica se transformo en la practica en un conjunto de escuelas profesionales del Estado, autoritaria en sus cátedras y atomizadas en sus facultades. La formación cultural y los estudios literarios fueron, en buena medida, relegados a las academias o simplemente abandonados al esfuerzo individual.

La crisis de las viejas universidades y de la oposición ortodoxa que asumieron las que estaban vinculadas a la Iglesia católica provocaron una reacción que, unida al prestigio de la administración napoleónica, hizo que la nueva concepción se extendiese por países Europeos y por América latina.

A partir de la Universidad Napoleónica las profesiones se formalizaron e institucionalizaron a través de la propia universidad.

Influencia de la universidad napoleónica sobre las demás universidades:

Básicamente el modelo napoleónico es uno de los ejemplos más antiguos de utilización por el Estado de la universidad como herramienta de modernización de la sociedad, a través de un control estricto del financiamiento de la institución y de la designación del personal académico y de una legislación que garantice una repartición equitativa de los recursos nacionales en todo el territorio. En su forma clásica, la universidad napoleónica es el instrumento de la afirmación de una identidad nacional propia, basada en los principios del reconocimiento del mérito y de una igualdad formal, principios que se apoyan a su vez en una administración poderosa.
El modelo napoleónico, de 1808, supone una universidad centralista y con un concepto de universidad estrictamente profesional: debía servir especialmente para formar la clase alta de los funcionarios públicos. Una aportación de la universidad napoleónica, que se mantiene en la actualidad es el sistema de promoción por mérito que sustituye al ascenso social por privilegios especiales y que permite aprovechar las mejores calidades.
La universidad napoleónica ha experimentado cambios a lo largo del tiempo y según los países. En general, el principio de la enseñanza superior como derecho constitucional, instrumento de justicia social y de igualdad de oportunidades, se entiende y se practica como libertad de acceso a la enseñanza superior.
La universidad Napoleónica unida a las viejas universidades, hicieron que el modelo francés encontrará imitadores, países como el nuestro adoptan algunas enseñanzas. Pese a todos esos inconvenientes, permitió una rehabilitación de enseñanza superior, porque el estado en que se encontraban a principios del siglo XIX no era bueno. Sin embargo otros países como Rusia siguen fuertemente influida por el modelo por el modelo napoleónico.
A pesar del criterio universalmente aceptado de la aparición de la universidad como institución medieval, no se desconocen los aportes que hicieron un conjunto de organizaciones de la antigüedad, como el caso de las escuelas brahmánicas, que sirvieron de ejemplo a una educación que descansaba en la religión y la filosofía, que giraban sobre los estudios de la matemática, historia y astronomía. La invención del papel y la imprenta en China sirvieron a la escritura para vigorizar la educación superior, las ciencias y la tecnología.


Referencia:http://www.slideshare.net/andrezaoviedo/modelos-universitarios-burton-clark-5039289
http://unapoleonica.blogspot.com/2009/02/origen-de-la-universidad-napoleonica.html

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